Unas 10,000 personas podrían acceder a la jubilación anticipada y otras 130,000 podrían retirar, por única vez, el 50% del saldo de su cuenta individual de capitalización, señaló el presidente de la Asociación de AFP. Así, sumarían 140,000 los beneficiarios. (El Comercio, 19/01/2010)
Solo faltaría que la SBS defina algunas disposiciones para que el régimen de jubilación anticipada pueda ser implementado por las AFP. Entre otras cosas, faltaría establecer requisitos como la forma de acreditar la situación de desempleo. Recordemos que podrán adscribirse a la jubilación anticipada las mujeres a partir de 50 años y menores de 65, así como hombres a partir de 55 y menores de 65. Ambos grupos tendrían que estar en situación de desempleo al menos durante 12 meses.
Lo que pareciera haber sido olvidado es que este sistema se ideó en un contexto en el que la crisis económica que experimentaba el mundo y que se trasladó en parte al Perú exigía que se tomaran medidas para impulsar la demanda interna y garantizar el bienestar social. La situación ahora es distinta. No sólo se logró crecer al menos 1% el año que acaba de pasar -incluso a pesar de que no se logró ejecutar todo el gasto planeado-, sino que se prevé que la tasa de crecimiento para el 2010 será de 5% o mayor. Además de que las expectativas se encuentran en el tramo optimista desde junio del año pasado (CD 13/ 01/2010). Es decir, nos encontramos en un contexto distinto en el que ya no hace falta medidas extremas que luego nos pasarán una cara factura.
Un punto que debe ser tomado en cuenta es la naturaleza de este fondo. Si ya se liberalizó la CTS bajo el mismo argumento, los que reciban las pensiones totales a lo mejor no podrán acceder a una pensión mínima en el futuro. Así, atacar el problema desde otra perspectiva sería lo más adecuado en este caso. Por ejemplo, se podría declarar intangible la CTS al menos por los 6 meses que se calcula es el tiempo que se vuelve a conseguir empleo. Otra forma, y que atacaría el problema de fondo, sería el continuar con la flexibilización del mercado laboral (CD 22/10/2009). Pero acumular efectos para atacar una crisis que ya pasó se puede volver harto problemático.
De este modo, la jubilación anticipada no sólo resulta un tanto anacrónica en este momento, sino que además podría tener consecuencias de largo plazo en términos de bienestar social. Además, el que aún no estén definidos algunos requisitos para acceder al sistema lo hace aún más incierto y le da más probabilidades de fracasar.
Lo que pareciera haber sido olvidado es que este sistema se ideó en un contexto en el que la crisis económica que experimentaba el mundo y que se trasladó en parte al Perú exigía que se tomaran medidas para impulsar la demanda interna y garantizar el bienestar social. La situación ahora es distinta. No sólo se logró crecer al menos 1% el año que acaba de pasar -incluso a pesar de que no se logró ejecutar todo el gasto planeado-, sino que se prevé que la tasa de crecimiento para el 2010 será de 5% o mayor. Además de que las expectativas se encuentran en el tramo optimista desde junio del año pasado (CD 13/ 01/2010). Es decir, nos encontramos en un contexto distinto en el que ya no hace falta medidas extremas que luego nos pasarán una cara factura.
Un punto que debe ser tomado en cuenta es la naturaleza de este fondo. Si ya se liberalizó la CTS bajo el mismo argumento, los que reciban las pensiones totales a lo mejor no podrán acceder a una pensión mínima en el futuro. Así, atacar el problema desde otra perspectiva sería lo más adecuado en este caso. Por ejemplo, se podría declarar intangible la CTS al menos por los 6 meses que se calcula es el tiempo que se vuelve a conseguir empleo. Otra forma, y que atacaría el problema de fondo, sería el continuar con la flexibilización del mercado laboral (CD 22/10/2009). Pero acumular efectos para atacar una crisis que ya pasó se puede volver harto problemático.
De este modo, la jubilación anticipada no sólo resulta un tanto anacrónica en este momento, sino que además podría tener consecuencias de largo plazo en términos de bienestar social. Además, el que aún no estén definidos algunos requisitos para acceder al sistema lo hace aún más incierto y le da más probabilidades de fracasar.
Fuente: Instituto Peruano de Economía - Comentario diario (19/01/2010)
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