martes, 26 de enero de 2010

Lo que no te dicen sobre el incremento del salario mínimo

La OIT emitió un informe que señala que el salario mínimo en Perú es de US$114.5, mientras que el promedio de la región es de US$126.2. Además resalta que en el Perú se implementaron políticas fiscales y programas sociales que ayudaron a contener el crecimiento de la tasa de desempleo. (RPP, 24/01/2010)
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Hace un par de semanas la OIT emitió el informe Panorama laboral 2009, en el que se trataba el principal problema del mercado laboral del momento: el efecto que había tenido la crisis en el desempleo en América Latina. En dicha publicación se reconocía cómo Uruguay y Perú fueron los únicos países de la región en los que con crisis y todo el desempleo se redujo durante el año 2009 (CD 12/01/2010). Mientras tanto, países como Costa Rica, Chile, Ecuador y México registraron los mayores aumentos.

No obstante, algunos de nuestros dirigentes han decidido centrarse solamente en la parte del informe en la que se comunica que la remuneración mínima vital (RMV) del Perú está por debajo del promedio de la región en un intento por revivir la discusión para su incremento. En todo caso, en dicho debate hay algunos puntos que no se están incorporando.

Lamentablemente, el mercado laboral peruano es prioritariamente informal. Esto hace que políticas de imposición -como la de imponer una RMV- no tenga el efecto deseado en la economía e incluso tenga algunos adversos. El documento Impacto del ajuste de la remuneración mínima vital sobre el empleo y la informalidad del BCR es bien ilustrativo para mostrarlo.

Según los datos existentes, cuando se incrementa la RMV no se genera el “efecto faro” que algunos usan como justificación. Es decir, empresas que pagan sueldos superiores al RMV no los suben cuando éste se incrementa.

Es más, el efecto neto es negativo. Ante un incremento de la RMV las empresas prefieren despedir al personal que asumir los nuevos costos. Este personal migra al sector informal, pero en menor proporción. Es decir, no solamente se fomenta la informalidad, sino que al final del experimento menos personas tienen trabajo -formal o informal-. De esta manera se termina perjudicando el bienestar de aquellos a los que se quería beneficiar.

En este debate tampoco están considerando que las empresas peruanas se enfrentan a los más altos sobrecostos laborales y extralaborales de la región (CD 02/06/2009). Tampoco en el Perú, como consecuencia de un sistema de educación técnica deficiente, hay relativamente bajos niveles de productividad, lo que representa un costo adicional para el sector privado en capacitación (CD 13/08/2009).



Fuente: IPE

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